Una buena maestra |
0 En la vida se presentan oportunidades que van influyendo en nuestra manera de ver la vida. Hay cosas que nuestros compañeros de clase o de juegos dicen y nos vuela la imaginación. Seguramente entre ustedes, puede haber personas que en su niñez, escucharon historias sobre los pitufos y cómo se levantaban de noche para rasguñar la cara de los niños. Otros escuchaban ruidos en el clóset o debajo de la cama. En mi caso mis tías me asustaban con historias de la llorona o la mano peluda, hoy me da risa que en algunos lugares del país les asusta "la mano pachona"😅;, eso no asusta a nadie, sin embargo la mano peluda si daba miedo. Una de esas madrugadas, me despertó una serie de ruidos, se escuchaban rechinidos, gemidos, respiraciones aceleradas, ese ruidito rico de lubricación sexual, vocecitas y susurros. Al día siguiente todo es como si nada hubiera pasado. Nadie habla del asunto y nadie sabe nada. Mamá haciendo sus cosas del diario, papá corriendo hacia el trabajo, los hijos arreglándose para la escuela y todo lo que ocurrió será material para contar a los compañeros del salón. Después de contarles lo ocurrido, no falta quien dé su consejo u opinión y sugiera investigar para saber más. Pero hay otros más audaces, otros que han tenido oportunidad de ver y describir lo que ocurre. Es el caso de Memo, un compañero mío, íbamos en quinto grado, nos platicó que él sabía lo que ocurría con esos ruidos nocturnos, pues él había visto cómo en su casa, mientras sus papás fueron al funeral de la tía de su mamá, se quedaron en la casa de los abuelos. A media noche, se despertó para ir al baño, todo estaba oscuro, vió que de la casa de la tía Gaby salía luz. Cruzó el jardín para acercarse a la puerta, se asomó por la ventana pero las cortinas estaban cerradas. Adentro escuchaba gemidos, besos, ese ruido del clásico chaca chaca, lo único que hizo fue acercarse a la puerta, asomarse por una rendija y ver a la tía Gaby encima del tío Luis metiéndose la verga en su sexo. Se besaban y el tío le chupaba los senos a la tía. Él se la cogía en diferentes posiciones, comprendió el origen de esos ruidos ya conocidos. Se asombró que al coger más rápido se iban deteniendo, les escurría atolito de sus sexos, se besaban y acariciaban partes de su cuerpo. Se limpiaban con papel higiénico y Memo se retiró a su cama. Al amanecer, veía a la tía Gaby de diferente manera. Al desayunar, el tío Luis le agarraba las nalgas a la tía disimuladamente. Memo les ponía más atención, notaba las agarradas que le daba Luis a Gaby. Decía Memo que sentia ganas de tocar también las cosas de la tía. Pasaron algunas semanas, casi salíamos de quinto grado, en esa época las clases terminaban en junio, teníamos más de dos meses de vacaciones en el verano, todo julio y agosto. Memo nos dijo que durante las vacaciones, se fueron de paseo al pueblo de su papá. Estuvieron allá casi tres semanas, fueron al río a nadar, caminaron a ver cuevas en el monte, encontraron coyotes, venados y murciélagos. En ese paseo fue Memo y sus papás, solo tiene un hermano, los acompañó la tía Gaby, el tío Luis esposo de Gaby no fue, nada tenía vacaciones. Gaby es hermana del papá de Memo, se divertía y en las tardes había veces que se echaban unas cervezas. Los niños jugaban a las correteadas, escondidas y ya en la noche a contarse chistes o adivinanzas. Memo dice que se dió cuenta que su papá andaba un poco tomadito. Se fue a dormir, Gaby seguía en la risa y risa con la mamá de Memo, los abuelos, otros hermanos de su papá y sobrinos o primos de Memo más grandes. Un tío que es hermano del papá de Memo se despedía pero no se retiraba. Se llamaba Omar, Memo decía que era muy buena onda. Seguido los visitaba y les llevaba cosas, ropa, juegos de mesa, detalles de donde él vivía. Ya tarde, los niños se fueron a dormir, algunos adultos también, me dice que él ya estaba acostado pero que por tomar agua antes de dormir se levantó al baño. En la casa estaban los abuelos y algunos tíos entre ellos su mamá y el tío Omar. Memo regresó a su cama, su papá roncaba, la mamá de Memo entró a acostarse y al parecer todos se retiraron a dormir. Memo no podía dormir, se daba vueltas y vueltas en su cama junto a su hermano. Cómo después de media hora, sintió que su mamá se levantó, Memo pensó que iría al baño, su mamá salió pero pasaron varios minutos, el baño no está muy lejos. Por mucho a diez pasos de la cocina. Memo salió pues también quería orinar. Llegó al baño pero estaba desocupado. Memo orinó y se preguntó dónde andaría su mamá. Recorrió las recámaras pero nada. Llegó a la cocina, se asomó y escuchaba que en el lavadero se besaban y chupaban dos personas. Se asomó por la ventana, era su mamá con el tío Omar, ella estaba sentada en el lavadero y el tío le estaba mamando la vagina. Ella gemía y respiraba agitada. No me veían porque el vidrio era polarizado, solo se ve de adentro hacia afuera, además estaba apagada la luz de la cocina. Ella le agarraba la cabeza al tío, él le pasaba la lengua sobre el clítoris, le decía que era muy rica y caliente. Ella dijo que ya le diera palo. El tío se levantó, se sacó el pene y la penetró allí a medio metro de mi amigo Memo. Dice que ella lo besaba, el tío le destapó los senos y se los mamaba rico. Ella se movía muy caliente, el tío le metía y sacaba el pene más y más rápido. Ella suspiraba gozando cada movimiento del tío. El tío la volteó y la puso de a perrito, ella recargada en el lavadero, el tío la penetraba rápido, esos ruiditos chocando las nalgas con la pelvis es muy rico según Memo. Ella dijo que ya casi, el tío se la cogía más fuerte, le disparó el semen en su mamá y se fueron deteniendo. Memo vió cómo se besaban, el tío le chupaba los senos mientras ella se acomodaba la ropa. El tío Omar le decía que cogía muy rico, ella le dijo que tenía una verga sabrosa y dura, así le gustaba. Platicaban y Memo no podía creerlo. El tío se enjuagó el pene, ella le veía cómo lo lucía el tío. Él le dijo que si deseaba más, ahora que tenían oportunidad. Ella con una risita coqueta se le acercó y se lo chupó. Se mantenía erecto, lo chupaba como si fuera un caramelo, le veía los ojos a Omar. Al parecer ella deseaba más, el tío la acariciaba, ella le respondía que sí a lo que él le susurraba al oído. Ella se dió vuelta colocándole las nalgas en su verga. Omar la besaba en la nuca y cuello, ella solo decía que suavecito, Omar le apuntó el glande y la penetró por el culito a ella. Ella gemía de dolor, al meterle todo el pene en el culo se detuvo unos instantes. Poco a poco comenzó a sacar y meter. Ella decía que mejor por la panocha. Él seguía cogiéndosela, aceleró las metidas y ella gemía. En unos instantes ella decía que le diera más y más rápido. El tío Omar la jalaba más fuerte, la penetraba duro. En eso dice Memo que atrás de él estaba la tía Gaby, se vieron y se hicieron señal de silencio. Gaby se acercó a la ventana, asombrada le tapó los ojos a Memo pero él se los descubría. Gaby le dijo a Memo que no debía estar viendo eso. Lo llevó a su recámara. Platicaban en voz baja, Gaby le explicaba a Memo que no estaba bien espiar, y menos a su propia mamá. Memo le dijo que fue por casualidad, solo buscaba tomar agua y los vió por la ventana. Gaby lo abrazó y Memo le preguntó a Gaby si sus papás se iban a separar, Gaby dijo que dependía de él, si le decía a su papá o no. Memo dice que en ese momento pudo sentir los senos de Gaby mientras lo abrazaba. Eran suaves y grandes, como ella solo tenía una batita delgada los podía sentir casi libres o al natural. Gaby le explicó que a veces las personas son así, tienen sexo por amistad o porque se quieren desquitar de algo o por curiosidad. Le dijo que no le vaya a decir nada a su papá, ella se encargaría. Y tampoco a su mama debía decirle para que no la pusiera triste, pues era algo vergonzoso para ella. Le dije que estaba bien, no diría nada. En eso le preguntó si ella también era así, Gaby dijo que cómo, Memo le preguntó si también le gustaba hacer el amor como al tío o su mamá. Gaby le dijo que si, era normal hacerlo o querer hacerlo. Memo le dijo que a él también le dieron ganas de hacerlo cuando los veía. Dice que su tía Gaby lo abrazó, le dijo que se debía tranquilizar, que si es bonito hacerlo pero debía ser maduro para poder tener sexo. Le preguntó Memo que cómo se daría cuenta de ser maduro, Gaby le dijo que debía desarrollarse, su sexo debía cambiar, prepararse para poder darle placer a la mujer y saber cómo hacerla gozar. No sólo pensar en él mismo. Memo le dijo que ya se sentía maduro, y platicando con sus compañeros, le dijo que algunos ya habían tenido sexo. Gaby se asombró y le dijo a Memo que guardara silencio. Se escuchó cómo se cerró la puerta de la sala. Debían ser los amantes, el tío y su mamá entrando a la casa. Esperaron unos minutos, Gaby le dijo a Memo que tal vez su mamá lo buscaría. Memo le dijo que no. Ni cuenta se daría su mamá que no estaba en cama. Ella le dijo que esperaba que esto no cambie su conducta con su mamá, debía quererla y llegaría el día en que también él sabrá lo que es el sexo. Memo le dijo que entonces que haría con esas ganas, parecía que faltaba mucho tiempo para saberlo, Gaby lo abrazó y le dijo que debía ser paciente, Memo le dijo que deseaba ya estar con una mujer pronto. Gaby le dijo que lo entendía y ella también pasó por algo igual. Pero ella vió a su amiga teniendo sexo con su hermano. Le preguntó que si era el tío Omar, pero ella le dijo que no, entonces era el papá de Memo, pues la tía Gaby solo tiene dos hermanos. Memo le pidió que le contara, dice Memo que ella no quería pero le platicó que una vez fue su amiga a la casa, la abuela las dejó en casa y el abuelo estaba arreglando el carro. La amiga era algo coqueta, presumía de haberse acostado con dos novios. En eso a la hora de comer, su papá que también se llama Memo, platicaba con la amiga, dice Gaby que ella le daba como provocaciones a su hermano. Porque le decía que seguramente tenía varias novias, él decía que no. Después de la comida los abuelos salieron en el carro al súper, el papá de Memo se fue a su recámara y Gaby y la amiga se acostaron en su cama quedando dormidas. Dice Gaby que cuando despertó no estaba la amiga allí. Salió a buscarla y escuchó que en el taller estaban su hermano Memo con la amiga dándose besos y al acercarse vió que él se la estaba cogiendo sobre la mesa de trabajo. Los observó hasta que terminaron, y se retiró en silencio a la casa. La amiga se fue a su casa, no se llevó ni su bolsa de mano. Su hermano Memo se quedó allí en el taller hasta que los abuelos regresaron. Ella se quedó con ganas de hacerlo, mi amigo Memo le dijo que así se sentía él y era muy feo estar así. La tía le dijo que le iba a proponer algo, pero que no diga nada. Memo le prometió no decir nada. Gaby le dijo que le conseguiría una amiga para su primera vez. A Memo no le pareció bien, Gaby dijo que entonces qué proponía, Memo le dijo que desde hace mucho, tenía ganas de estar con ella. Ella sorprendida le dijo que era un niño todavía, pero Memo le dijo que ya estaba maduro, ya se sentía maduro. Gaby le dijo que si sabía que era su tía, dijo Memo que si, por eso sería bueno que la tía le enseñe y dirija correctamente. La tía se veía excitada, le preguntó que si de verdad le atraía, dijo Memo que sí. Y más cuando se ponía sus faldas cortas en la casa. Gaby le dió un manazo suave, le preguntó que si le gustaría verle los senos, Memo dijo que era un deseo desde hacía mucho tiempo. Gaby se levantó de la cama, cerró la puerta con seguro, volvió y le dijo a Memo que quedaría entre ellos dos. No debía decirle a nadie. Lo tomó de las manos y las puso sobre sus senos. Dice Memo que fue lo más rico que sintió en su vida. Ambos estaban excitados, un temblor les recorría el cuerpo. Memo le dijo que se sentían bonito, ella le mostró ambos senos y le dijo a Memo si los quería chupar. Memo de inmediato se los besó, los chupó y la tía Gaby le decía que era muy tierno verlo así. Gaby le dijo que la abrazara, que acaricie su espalda mientras los chupaba. Eso le gustaba mucho. Memo la acariciaba, ella le preguntó si quería algo más, Memo dijo que sí. Gaby le dijo que ya la tenía bien mojada. Le agarró a Memo su sexo sobre la piyama, le dijo que ella también deseaba tocar algo. Metió su mano para agarrarle la verga, Gaby le dijo que estaba duro y ya se sentía de buen tamaño, además estaba escurriendo muy rico. Se acariciaban y gemían, Gaby le propuso acostarse en la cama, le daría un regalito que nunca olvidaría. Él se acostó, ella le bajó la piyama, le acarició el sexo y luego se lo empezó a mamar. Se lo chupó muy rico según me dijo Memo. Él la acariciaba los senos desnudos. En eso Memo dice que eyaculó, estaba muy excitado por las chupadas de Gaby, ella le dijo que salía mucha lechita, que de verdad tenía ganas, Memo dijo que era muy bonita, por eso deseaba estar con ella. Gaby le dijo que había un problemita, faltaba que ella termine. No la iba a dejar así a medias. Memo le preguntó que ahora como le quería hacer, ella se levantó, se colocó a un lado de él, se acostó y se besaron. Le dijo a Memo que seguía su clase de sexo, le tomó la mano, la dirigió a su vulva, le dijo que quería verga adentro de ella. Memo se levantó, le quitó el calzón, dice que su puchita estaba peloncita, rosadita y mojada, brillaba de la lubricación. Gaby le dijo que le diera duro. Así le gustaba, Memo se colocó entre sus piernas abiertas, ella le dirigió el caminito, le dijo que allí y la penetró, dice Memo que estaba muy caliente su cuquita, ella le dijo que lo saque y lo meta varias veces, a cada mes es ella gemía de placer. Memo se la cogía cada vez más rápido, sus jugos se escuchaban rico, ella le decía que la bese. Se la cogía y en eso dice que eyaculó otra vez, le dejó ir la leche dentro de su tía, no le dijo, solo siguió cogiendo, ella gemía y se movía rico. Él le decía si le gustaba, ella dijo que si, ya casi se venía, él no sabía que significaba eso pero cuando la tía empezó a gemir más rápido cada vez, entendió que era lograr el éxtasis de satisfacción. Seguían moviéndose, ella dijo que tenía buen aguante, le dijo que si quería más, Memo dijo que sí, no sabía si se volvería a repetir, Gaby le dijo que si no decía nada, le daría su taquito de vez en cuando. Ella se levantó, lo besó y le dijo que le daría una nueva lección, se colocó en cuatro, Memo le vió las nalgas y el anito, ella le dijo que así era coger de a perrito. Lo dirigió y la penetró por la vagina. Le dijo que era su posición favorita cuando andaba muy cachonda. Lo hacían así y dice Memo que sentía que su puchita le succionaba el pene, como si lo absorbiera. Le acariciaba las nalgas y la espalda. Le dijo que se venia, Memo dijo que él también. Aceleraron las cogidas y ella logró su orgasmo, Memo se vino nuevamente dentro de ella, descargó su semen y fueron deteniéndose hasta que ella se acostó y se limpió con la bata. Ella lo besaba, le dijo que le gustaba mucho, y que duraría lo suyo mientras él no diga nada. Memo se iba a ir a su cuarto, Gaby le pidió que se quede con ella y temprano se cambiara de cama. Se acostaron y Memo le tocaba los senos, cadera, nalgas y piernas. Se quedaron dormidos y amaneció. Gaby le dijo que ya había salido el sol. Se levantaron y fueron a la cocina. Poco a poco se fueron levantando los demás, llegó el tío Omar, Memo papá, los abuelos y esa mañana fueron a nadar al río. Allá en el río se acariciaban bajo el agua, le mostraba los senos y le acariciaba el sexo. Una vez se metió bajo el agua y le dió unas chupaditas ricas en el pene. Memo le tocaba la conchita y ella separaba las piernas para permitir el paso de su dedo en su interior. Cogieron algunas veces más estando allá. Al volver, Memo no salía de su casa. Iba a verla muy seguido aunque estuviera en sus días. Esa es la experiencia de mi amigo Memo, al final sus papás se separaron, Memo se fue a vivir con su papá, parece que su mamá buscó que viviera con ella pero Memo tomó la decisión para no alejarse de la tía Gaby. Bueno, después les cuento sobre mi primera vez, no fue mucho tiempo después de ese día en que Memo me platicó su vivencia. No fue con una maestra como Gaby, pero si fue muy rico. Les digo luego. |
446870 Jorge Luis Gómez Elizarraraz |